jueves, 28 de febrero de 2008

Sueñooooo... un sueño yo viviiiiií

¿Será normal soñar despierto? Nuevamente divagaré por puro placer sobre la realidad. Imagino al cavernícola dentro de su cueva, mucho antes de que existiese siquiera el remoto concepto de civilización, tomando una siesta para descansar. ¿En qué habrá soñado? ¿Se habrá sentido por un momento dentro de su sueño? ¿Habrá alcanzado a distinguir en toda su magnitud que las imágenes de aquel momento de descanso ocurrieron sólo en su mente? ¿Cómo habrá sabido a conciencia que después de despertar se encontraba en la vida real, y cómo es que no pensó lo contrario? ¿Por qué no habrá pensado que debía alimentarse en su mundo irreal, para cerrar los ojos y alcanzar la realidad? ¿Cuántas veces hemos soñado cosas tan reales que despertamos creyendo que son ciertas?

Curiosamente, la mayor parte de la gente cuando platica de sus sueños los plantea incorrectamente (debo incluirme). Por alguna extraña razón, todo mundo (o todo el mundo que me ha contado sueños) dice: Tuve un sueño pero estuvo bien loco, bien raro o bien chistoso. Como si algún sueño no fuese loco, raro o chistoso. Como si no fuese nuestra ventan máxima para disfrutar situaciones hipotéticas, emociones encontradas o frustraciones que se alivian cuando despertamos y sabemos que no son ciertas. Reír como locos por ver a un viejo amigo, saludar a personas que ya se han ido, sufrir la mayor pena, ganar la lotería, coger a la vieja más sabrosa del mundo, estar en el lugar que más nos gustaría estar, caer de un precipicio, volar, o simplemente seguir soñando.

En algunas ocasiones peco de soñar despierto, ante lo cual no me entristezco. Me gusta estar a la mitad del día imaginando situaciones hipotéticas, pensando en que este mundo se puede cambiar, sonreír por recordar algo que pasó hace mucho tiempo pero fue agradable. Naturalmente esto también me hace amargarme un poco cuando mi sueño se va del lado pesimista, hacia un camino en el que no me gustaría estar. Finalmente agradezco esa imagen, pues me hace trazarme el camino que no me gustaría tomar y poder realizar acciones para preverlas.


Aunado a que me gusta mucho dormir, si fuera cavernícola sería un hedonista y creería que dormido es cuando soy real, pues seguro mis sueños serían mejor que mi vida real. Ahí, en lugar de ser BOOKA BOOKA y tener que salir a buscar alimento, soy el capitán cavernícola y tengo súper poderes.


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