miércoles, 20 de febrero de 2008

Un buen adiós??

Ayer desperté con el anuncio de que Fidel Castro dejaba la presidencia de Cuba. Creo conocer poco del tema, mas me llama la atención de que es una de las noticias que nunca creí escuchar en mi vida. Me imaginé que antes México ganaría un mundial, que Rigoberta Menchú ganaría un concurso de belleza (bajo alguna jalada estilo: "Certamen internacional de belleza interna" o algo así), que se cayeran la Torre Eiffel y el Empire State simultáneamente por el inicio del Apocalipsis o que Fabiruchis apareciese en primera plana de un diario por golpeador de mujeres y mujeriego (que no es lo mismo que hombreriego).

Fidel Castro puede verse bajo distintas ópticas. Seguramente los más ambiciosos pensarán que es un cabrón. El único líder mundial (alguien corríjame si estoy equivocado) al que ni Estados Unidos no pudo tirar, incluso después de caído el comunismo. Una persona que llegó al poder con aquel ideal juvenil de rebeldía: derrocando a un tirano, después de entablar una revolución y siendo el guía físico, espiritual, militar e ideológico. Neta creo es el sueño de cualquiera. Un individuo al que le valía madres hablar más de 5 horas sin discursos escritos, con una oratoria propia de un genio. Un zorro en cuestiones políticas que desafiaba al Imperio, le exigía a los rusos lo imposible, lo conseguía y que finalmente sobrevivió en el poder por todo y a pesar de todo.

Fidel Castro es también un asesino. Un violador de derechos humanos y de las libertades polìticas más elementales. Castro sobrevivió en el poder y es de admirarse que Estados Unidos no lo tumbase, pero también es increíble que su propio pueblo no lo haya derrocado. ¿Es eso una cualidad? Desde el punto de vista romántico, de ninguna manera. Sin embargo, desde la visión de resultados por objetivos es una gran cualidad. Si bien tuvo la ventaja de vivir en una isla y que la gente que lo odiara a morir saliera huyendo(lo cual motiva a menor descontento social dentro de la isla), yo no puedo admirarlo totalmente. y preferiría el mundo y nuestros pueblos latinoamericanos dejasen de producir figuras de este tipo: todopoderosas, vivientes de la lambisconería, asesinos y represores por superviencia, etc.

Dentro de la reivindicación histórica que muchos le dan, recientemente leía en varios frentes situaciones como: Castro se va dejando XXX universitarios con gran nivel educativo, su medicina y deporte se encuentran entre las mejores del mundo, por lo que hizo un buen trabajo. Neta no estoy de acuerdo. Conceptualmente uno se educa para aspirar a una buena vida, situación que nunca alcanzaré si el gobierno en el que vivo no me deja estar en contra de algo, si priva mi capacidad para elegir si quiero ser un albañil o un deportista, o si juego beisbol mejor que el pitcher de los yankees de nueva york, y me priva de escoger ganar 20 millones de dólares en nueva york o 5 en miami, para estar cerca de mi mamá.

Ahora me entra otra duda existencial. ¿Dónde estamos mejor a nivel global? ¿En un México donde un niño que nace en la sierra tarahumara está condenado a morir a los cinco años por la falta de atención médica, o en Cuba donde sabes que simplemente ese niño no podrá hablar ni inconformarse desde los 20 años? ¿En el otro México en que un niño nacerá, crecerá, irá a la escuela, viajará por el mundo o su país, se podrá incoformar cuantas veces quiera y podrá escoger ser un flojo y aún así vivir bien porque heredará el negocio del papá o en Cuba, donde eese niño nacerá, crecerá, será deportista y ganará una medalla de oro para us país, y finalmente deberá seguir trabajando para educar a otros niños a que sean medallas de oro?

Todo cubano que he conocido es lo más buen pedo que he encontrado. Alegres, bailadores, desmadrosones, inteligente, en fin. No he encontrado persona nacida allá con la que de plano no haya sentido buena vibra. Espero este sea el inicio de una Cuba abierta al mundo y en que sus hisotrias dejen de ser trágicas para convertirse en una más de los tantos cuentos latinos.

Habrá cosas que particularmente no olvidaré nunca sobre Fidel y no quiero caer en las típicas historias que seguro leerán . Primero una ocasión en que era niño y transmitieron un discurso de él. No recuerdo con qué motivo, pero me asombró que en México los políticos siempre leían lo que decían y en aquella vez le pregunté a mi mamá cómo es que un señor podría hablar tanto sin que se le olvidara. También recuerdo a la perfección el día en que fue Juan Pablo II, pues me impresionó ver a un Castro sin su traje militar. Finlmente, busquen en Ares o en internet el archivo de "Broma a Fidel", hecho por el Vacilón de la Mañana. Es un programa de bromas telefónicas de Miami y fue impresionanete que le pudiera jugar una broma al mismísimo comandante Castro.

Si quieren saber más del Comandante, les recomiendo que busquen textos que haya escrito Jacobo Zabludovsky. Escribe los lunes en el Universal y creo es de las mejores plumas que hay en México. Él fue el único periodista que en aquel año nuevo de 1957 (¿? Trato de no corroborar información en internet, por lo que no estoy seguro si fue ese año exactamente) estaba con el Comandante y que menos de un mes después entró junto a él triunfante en La Habana y otras cosas.




A pesar de que no lo admire incondicionalmente, siempre le reconoceré el ideal de lucha revolucionaria que dejó entre los jóvenes. El anhelo de cambiar las cosas, por eso me quedo con el Castro de antes de 1958. A escasas tres cuadras del café "La Habana" de Bucareli, en la Ciudad de México (donde cuenta la leyenda planeó el golpe de Estado contra Batista), me pongo a pensar en que me tocó escuchar vivo sobre el último gran líder social latinoamericano.

Terminaré mi texto con un chiste, contado en alguna clase de Chabat. La revolución cubana tuvo tres grandes éxitos y tres grandes fracasos. Los éxitos fueron la medicina, la educación y el deporte. Por su parte, los tres grandes fracasos fueron: el desayuno, la comida y la cena.

Hasta la victoria, siempre.

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