martes, 13 de abril de 2010

El Columnista 260310. Sobre el crecimiento económico en 2009


Una economía poblana centralizada y con muchos problemas

Cuando estaba en secundaria, La Noria era el mejor lugar para pasar una tarde de viernes. En un mismo lugar se podía patinar, ir al cine, jugar golfito o billar, conocer personas de otras escuelas y ligar. Por eso casi siempre se encontraba llena.

Sin ningún afán nostálgico regresé al cine de La Noria el fin de semana. El lugar ya no se encontraba lleno e incluso uno de los pasillos no tiene locales ocupados. Tanto el café de dos pisos como los juegos infantiles de la planta alta ya no existen. En poco menos de diez años, la plaza de moda dejó de tener actividad. Tiempo atrás, cuando La Noria se volvió el lugar más visitado, Plaza Dorada o Crystal comenzaron a tener menos visitantes. Sin embargo, no recuerdo hayan tenido tantos locales vacíos. Sólo Plaza América se encuentra casi abandonada, aunque dicho centro comercial nunca estuvo lleno.

Durante los últimos años el desempeño económico del país no ha sido el mejor. Ello podría explicar la cantidad de locales vacíos, aunque desconozco si las rentas subieron o si simplemente los muchachos de secundaria prefieren ir a otros lugares, Sin embargo, la zona aún se mantiene como una de las que cuenta con más servicios.

Muchas veces el éxito de un negocio no depende sólo de la creatividad o voluntad de un empresario. El ambiente y el entorno también son determinantes para que los negocios prosperen o fracasen. Nunca he sido fanático de que las cosas permanezcan inmóviles. Me gusta la competencia y me daría gusto si los locales cerraron o se mudaron a zonas con precios más competitivos.

La riqueza de las personas puede medirse con su nivel de ingreso o de gasto. En cambio, para los países y estados el indicador más utilizado es el Producto Interno Bruto (PIB). El PIB se compone de la suma de todos los bienes y servicios de un país que tuvieron como resultado una transacción monetaria.

El PIB es un buen indicador porque aglutina todo el intercambio comercial, sin embargo no considera lo producido a través de trabajo no remunerado (como una madre de familia que cuida a sus hijos) ni aquel que es producto del trabajo voluntario o asistencial. Si bien hay cada vez menos críticos a su uso, el PIB no es en sí mismo un indicador de bienestar, ya que no mide las sonrisas ni los juegos de los niños, como diría Robert Kennedy. El PIB es un indicador de generación de activos.

El PIB de un país o región está ampliamente relacionado con el tamaño de la población. Un país con muchos habitantes está en condiciones de producir más que uno con pocos. Por ello, al ser México el 11º país más poblado, es normal que se ubique entre las 12 ó 15 economías más grandes del mundo. En el caso de Puebla, somos el quinto estado más poblado con casi 6 millones de habitantes, pero en 2006 se produjo sólo el 3.7% de la producción nacional.

Según un estudio realizado por Banamex, de 2008 a 2009 el estado pasó del primer lugar nacional en crecimiento del PIB a la posición número 28. Según esta misma fuente, la variación en el PIB pasó de un crecimiento de 5.4% en 2008 a una caída de 9.4% en 2009. Si bien se podría atribuir al pésimo desempeño del gobierno Federal, la caída en el estado fue mayor que el promedio nacional. Algo pudimos hacer mejor o algo hicimos peor. En México la caída media fue de 6.7% y la zona metropolitana de Puebla creció 5%. El resto de Puebla fue mucho más afectado por la crisis.

El Gobierno del Estado salió a desmentir las cifras del reporte de Banamex, argumentando que estaban amañadas y que el verdadero crecimiento de Puebla había sido de 3.1%, como lo establece un comunicado de prensa del INEGI. Busqué en Internet las bases de datos del PIB para el estado de Puebla. Dicho instituto tiene dos bases de datos para presentar tales resultados. La primera utiliza un deflactor que ajusta la inflación, en la cual el PIB poblano de 2007 en precios base de 2003, fue de 292,975,357 pesos de 2003. Mientras tanto, para 2008 el PIB fue de 302,063,833. En la base de datos que usó Banamex los precios fueron estandarizados, esto es que les da un valor de 100 al total del PIB de 2003, calculando el resto con esa base. Utilizan datos de la misma institución sobre el mismo tema y llegan a conclusiones distintas. En este caso, el parámetro utilizado por Banamex no considera la inflación, por lo que la aseveración del Gobierno del Estado cobra sentido.

Lo curioso es que en marzo del año pasado, cuando Banamex difundió ese mismo reporte -para el año anterior-, el gobernador fue el encargado de darlo a conocer. Esa ocasión se presentó como una fuente que avalaba el trabajo del Gobierno del Estado. Incluso anunció que “con esos datos confirmamos que con el esfuerzo y la unidad de todos los ciudadanos, Puebla avanza”. En 2009 el estimado de crecimiento había sido de 5.4%. Nadie se quejó aquella vez de cifras amañadas.

La desigualdad nos merma y hace que miles de poblanos no produzcan lo suficiente o en el peor de los casos, que su trabajo y esfuerzo no se vea recompensado. Para evitar descalificaciones y confusión por la fuente de las cifras, la página del Gobierno de Puebla tiene varios indicadores socioeconómicos divididos por regiones. Estos datos confirman que el estado produce mucho, pero en gran parte por la capital. El resto de Puebla no tiene un programa que verdaderamente potencia las habilidades de los poblanos.

Uno de los más graves problemas es la cantidad de población que no recibe ingresos. Según la página www.puebla.gob.mx, mientras en las regiones de Angelópolis y Atlixco, 7.3% de la población no recibe ingresos por su trabajo, en otras zonas el porcentaje es mucho más alto, como en la zona de Tehuacán y la Sierra Negra (14.4%), así como en la Sierra Norte (20.3%). Lo más preocupantes es en la región de Serdán, donde una de cada cuatro personas (25.8%) no tiene ingresos. En el caso de la Mixteca, de cada tres personas que hicieron algún trabajo, una no recibió remuneración (32.8).

Por otra parte, mientras en Atlixco y Angelópolis el 13.4% de la gente gana más de cinco salarios mínimos, en la Sierra Norte, la Mixteca y Serdán esto le ocurre a menos del 3% de la población. La desigualdad es tremenda y al parecer seguimos dependiendo del desarrollo de una sola región, para un estado en el que hay varias culturas y zonas con mucho potencial.

Es necesario potenciar el desarrollo de las regiones y buscar mecanismos para que las personas que no trabajan reciban un ingreso. El inacabado proyecto de La Célula pudo cumplir la función de descentralizar el desarrollo de Puebla, pero al parecer quedará sólo en una buena idea atorada por un gobierno ineficaz.

La Noria no revivirá en automático si la economía poblana mejora, pero ojalá algún día en cada región del estado haya un centro comercial parecido

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